dilluns, 10 d’octubre del 2016

Indecent missatge turístic

Es comença donant el missatge sobre una suposada percepció social contrària als impostos. Es fa en ple procés de debat sobre l'Impost Turístic *. Es va haver de deixar constància que "No és cert que a ningú li agradin els impostos".

Després se segueix, en el marc d'un molt interessant reportatge periodístic, negant la persecució contra el lloguer turístic il·legal. Inssolit!

Administració al servei del "capitalisme canalla" que viu en la il·legalitat? Perdó a la il·legalitat a favor d'una suposada "prosperitat compartida" en la qual els grans propietaris s'emporten la part del lleó i els petits no arriben ni a la del ratolí?

Què vindrà després? Qualsevol cosa menys una millora de la percepció social del turisme. Mala peça al taler!


*Diario de Mallorca:
Irregularidades turísticas
Turismo ha puesto este verano multas de hasta 20.000 euros al alquiler ilegal
Aunque los propietarios que arriendan al margen de la ley se quejan de una "avalancha de sanciones", el Govern apenas ha impuesto 159 en lo que va de año, una multa por cada 200 apartamentos que incumplen la normativa - La Conselleria promete más contundencia la próxima temporada, cuando se regule la oferta hoy ilegal para permitir parte de ella

09.10.2016 | 02:45
Casi 1.800 pisos alquilados ilegalmente a turistas se apuntan para cobrar la ecotasa
La inspección a pisos ilegales de alquiler solo actúa en caso de denuncia
Turismo prepara para 2017 una campaña de multas exprés contra el alquiler ilegal
Alberto Magro Palma

Ofrecen más de 120.000 camas a turistas de forma ilegal y se sienten perseguidos. Los propietarios de apartamentos turísticos aseguran estar sufriendo una ?avalancha? de multas de hasta 40.000 euros. Se lo cuentan a Diario de Mallorca algunos particulares, aunque la cosa realmente no es para tanto, dicen los inspectores. De hecho, los técnicos encargados de combatir las irregularidades turísticas en la economía más turística del Mediterráneo, la de Balears, hablan de una realidad bien distinta. Nada de avalancha de sanciones. Presión mínima, dicen, con mimo y vaselina, una campaña de inspecciones limitada a dar respuesta a las denuncias contra el alquiler ilegal que les van llegando de vecinos molestos con los excesos de algunos viajeros veraniegos alojados irregularmente a lo AirBNB y de competidores hoteleros mosqueados con una oferta que les resta clientes sin pagar los impuestos que tocan y contraviniendo la ley. ?No se ha hecho nada de oficio?, confirma un técnico de la Conselleria de Turismo, que alude de paso a la altísima carga de trabajo y responsabilidad que afrontan los quince profesionales de la inspección, lastrada además en su operatividad por un sistema anquilosado que hace que los expedientes sancionadores se demoren durante meses antes de ver la luz.

Lo reconocen en el equipo político del vicepresident y conseller de Turismo, Biel Barceló (Més), en el que también niegan la persecución contra el alquiler ilegal. Cuentan que este verano y a la espera de que en unas semanas presenten una nueva normativa que autorizará gran parte del alquiler hoy prohibido, carecía de sentido ir a degüello a por propietarios que operaban irregularmente. Así que se han limitado a atender denuncias de terceros. Nada de inspeccionar de oficio. ¿Que hay entonces de esa avalancha de inspecciones de la que se le quejan a este diario algunos propietarios? Pues que no es tal, coinciden en afirmar los técnicos y los responsables políticos de Turismo. Aunque para evitar percepciones, mejor dar números. ¿Cuántas multas han puesto por alquiler ilegal? Pues en la Asociación de Apartamentos Turísticos de Balears, Aptur, hablan de cuatro por cada día de agosto. Si así fuera, habrían caído 240 multas en julio y agosto, una por cada 150 apartamentos ilegales, según el censo de oferta ilegal que ofrece la propia asociación de apartamentos turísticos, que cuenta con 180.000 plazas vacacionales, 126.000 de ellas operando fuera de la normativa actual.

Multas improbables
Pero es que ni siquiera se llegó a esa actividad inspectora. Lo confirman en la propia Conselleria de Turismo, que desnudan con transparencia y sin remilgos su trabajo de lucha contra la oferta ilegal: en lo que va de año, dicen, es decir, desde enero hasta el cierre de septiembre, ha habido 198 inspecciones en apartamentos y viviendas sospechosos de alojar ilegalmente a turistas, y de ellos apenas 159 acabaron en acta de infracción. 159 multas para los más de 30.000 apartamentos en edificios plurifamiliares que hoy se arriendan de forma prohibida a turistas. Dicho de otro modo, en las islas abarrotadas hasta el exceso, en gran medida por la proliferación del alquiler ilegal, Turismo ha multado este año a uno de cada 200 apartamentos irregulares.

Con lo que la probabilidad de ser cazado no mete mucho miedo. Quizá por ello este verano se vieron ofertas que habrían resultado temerarias de no ser por la ausencia de presión inspectora. Era y es el caso de aquellos edificios plurifamiliares y residenciales enteros, dedicados a albergar ilegalmente a turistas justo en la tipología de inmueble más claramente prohibida por la ley, y justo frente a las sedes de dos de los organismos encargados de perseguir la economía sumergida en las islas, la Agencia Tributaria de Illes Balears y su hermana mayor, la Agencia Tributaria Estatal. Lo leyeron en estas páginas este verano y, por cierto, ahí siguen ofertados en AirBNB esos edificios ilegales completos que operan ante las mismas narices de esa Hacienda que éramos todos hasta que la Abogacía del Estado excluyó de la obligación general a la infanta. Si se abre el foco y se aleja de los aledaños de las sedes de la Agencia Tributaria, aparecen cientos de ofertas ilegales más el centro de Palma (hay unas 400 ofertas en el casco antiguo de Palma, donde toda oferta es ilegal, al ser todo edificios plurifamiliares en espacio residencial). Y la ilegalidad se cuenta por millares si se observa el resto de las islas y el resto de webs que publicitan la oferta irregular.

Sanciones a agencias
Para ellas, para las webs y, sobre todo, para las agencias inmobiliarias que dan servicios turísticos sin estar registradas como negocio turístico, han sido de hecho las multas más severas. La regulación balear contempla sanciones de hasta 40.000 euros para quien alquile ilegalmente su vivienda a turistas, pero la realidad de este verano es que Turismo ha puesto multas de un máximo de 20.000 euros, con las que en el Govern han castigado a agencias que incumplen la normativa y no registraron su actividad turística.

Los propietarios también han recibido alguna sanción, siempre en casos en los que mediaba denuncia de la comunidad de vecinos o similares. Pero ni siquiera en esos extremos la sanción ha ido muy allá: según explica el presidente de Aptur, Juan Estarellas, la sanción más dura que han reportado su miles de asociados es de 6.000 euros. En el Govern y la inspección confirman la cuantía: 6.000 euros máximo. ¿Muchos? Pues no son una broma, pero tampoco un gran drama: si se atiende a los precios medios de AirBNB este verano pasado, la noche de apartamento turístico ilegal en Palma salía siempre por más de 100 euros, y en la mayoría de los casos por entre 170 y 250 euros, con lo que en un mes se recaudan esos 6.000 euros de multa. Queda el resto del verano para encima ganar dinero con una actividad hoy ilegal.

Así que la presión sancionadora no parece entrar dentro de la categoría de ?avalancha?. Otra cosa será el verano que viene. Para entonces, si esta vez el conseller Barceló sí cumple los plazos que él mismo se marca, Balears tendrá en vigor una remozada normativa turística. Según la Conselleria, con la reforma permitirán que al menos 43.000 de las 120.000 plazas ilegales hoy activas en Balears pasen a la legalidad, siempre y cuando cumplan para ello unos requisitos mínimos de calidad y solvencia turística. También se pretende presionar a las propias webs que difunden la oferta sumergida, lucrándose de paso con ella. Para AirBNB y compañía, el Govern planea exigir lo mismo que en Cataluña: que solo se puedan exhibir como apartamentos de alquiler turístico aquellos que cuenten con un número de registro de actividad facilitado por el Govern balear y el ayuntamiento que en cada caso corresponda.

En 2017, fin de la tregua
Con esa legislación ya en marcha, y por tanto con la posibilidad de operar legalmente que ahora se le niega a todos los apartamentos de edificios plurifamiliares, la Conselleria de Turismo promete apretar duro a los infractores. ¿Cómo? Pues tampoco suena muy duro lo que planean: dicen que en la actualidad el problema no es tanto de falta de inspectores (aunque haya solo quince para controlar toda la actividad de unas islas que reciben doce millones de turistas al año) como de descoordinación entre los profesionales, y sobre todo, de falta de agilidad a la hora de tramitar expedientes sancionadores. Hoy tardan meses en sacar adelante una multa, por lo que la idea es que las sanciones corran más y con ellas cunda el miedo al ejemplo, a esa sanción máxima de 40.000 euros que este verano es poco mas que un unicornio mitológico, un castigo que solo habita en la ley y en la imaginación de quienes la formularon. ?Ya no habrá excusa, el que no cumpla tendrá problemas graves?, abundan en el Govern, que el año que viene sí estará para hacer cumplir la ley. Dicen.
Las cifras

31.000 viviendas que se están alquilando ilegalmente a turistas: Según la asociación que agrupa al alquiler vacacional legal e ilegal (Aptur), en las islas hay 45.775 viviendas dedicadas al negocio turístico, pero únicamente 14.243 están dentro de la ley, registradas en Turismo y pagando el impuesto de estancias (la mal llamada ecotasa). El resto, más de 31.000 viviendas con 126.000 plazas en total, están fuera de la normativa actual, que prohibe alquilar a turistas en edificios plurifamiliares catalogados como residenciales, precisamente el tipo de oferta en auge, canalizada a través e webs como AirBNB. Ahora, el Govern plantea reformar la ley para dar acomodo en ella a unas 43.000 plazas, con lo que dos terceras partes de la oferta hoy sumergida seguiría siendo ilegal.

Límits


"És que, per ventura
podeu comprar els bisons
quan ja n'heu mort el darrer?"


El manifest #SenseLímitsNoHiHaFutur ha tingut un suport molt important en la societat de cadascuna de les Illes Balears i Pitiüses. Com a signant d'aquest, m'han arribat propostes per seguir aprofundint en aquesta reflexió i articular una opinió molt plural -i que pot ser majoritària-, si volem preservar la qualitat de vida, progressar en justícia social, i no perdre, gairebé definitivament, la identitat.
Ha provocat, també, reaccions curioses, i, diguem-ho així, reaccions "despistades". Entre les primeres destacaria les d'alguns thinks tanks locals d'orientació socialdemòcrata, sobiranista, i ecosocialista que s'entossudeixen a no parlar de "decreixement" a l'hora de pensar alternatives a la situació actual. Atenint-me a la tradició del discurs econòmic de sobiranistes i socialdemòcrates, aquesta reacció em sembla bastant normal. No m'ho sembla, emperò, en el cas de l'espai ecosocialista. Hom esperaria -i desitjaria- que l'ecosocialisme illenc fes, si més no, pedagogia del concepte de decreixement.
Entre les reaccions que he denominat "despistades" les que més m'han cridat l'atenció han estat, d'una banda, la de la Presidenta Francina Armengol que, en seu parlamentària, no s'ha estat de proposar no posar límits, i apostar, en el seu lloc, per mesures per "corregir excessos" (sic). I, d'altra banda, la del secretari general illenc de CCOO que, a Diari de Mallorca, signa un article en el qual sembla voler confrontar els limitis amb la sostenibilitat (sic).
Crec que en aquestes reaccions hi ha molt de "mirar-se el melic", i d'un cert temor a l'abordatge de l'avaluació dels costos socials, i de les necessàries propostes per a la seva minimització, que implica qualsevol transició d'un model que, per a què segueixi funcionant, necessita créixer sense límits, a un model que, a més del PIB, tingui en compte les limitacions físiques de creixement d'una de les regions amb la taxa de turistització més elevada del planeta.
Negar que el creixement, tal com ho coneixem ara mateix, té límit, és "mirar-se el melic". Per què dic això? Doncs perquè supòs que, d'alguna manera, contribuirem des d'aquestes illes a la superació dels límits planetaris. Certament es pot ser, a l'estil d'aquell cosí de Rajoy que negava el canvi climàtic, o dels poderosíssims lobbys turbocapitalistes, "negacionista" de tals limitis. Però la veritat -avançada fa anys en el text "Nosaltres som una part de la Terra. Missatge del Gran Cabdill Seattle al President dels Estats Units d'Amèrica l'any 1855", un fragment del qual encapçala aquestes línies- és una altra.
A tall d'exemple, el passat 8 d'agost, l'organització Global Footprint Network va informar que aquell dia vàrem acabar de consumir tots els recursos de la Terra per aquest any. I, per la seva banda, el poc sospitós d'ecologista radical Banc Mundial, en l'edició de 2016 dels Indicadors Indicadors del Desenvolupament Mundial (WDI), afirma que si es compleix el pronòstic que l'any 2050 la població mundial arribarà a 9.600 milions de persones, es necessitaran prop de tres planetes Terra per proporcionar els recursos naturals que permetin mantenir l'actual estil de vida de la humanitat. És clar que hi ha límits!
En qualsevol cas, sóc de l'opinió que és possible ampliar socialment i políticament el consens entorn de les idees del manifest #SenseLímitsNoHiHaFutur. Per avançar en aquesta direcció, potser seria útil:
Primer parlar menys de "sostenibilitat" que, ens agradi o no, és un concepte que ens han furtat els neoliberals productivistes i extractivistes, i, per contra, reflexionar més en clau de model econòmic estacionari. És a dir, del que equilibra els fluxos d'entrada i sortida de recursos materials i energètics, i té en compte, per tant, les limitacions físiques del planeta (i de cadascuna de les nostres illes), l'impacte dels éssers humans, i la seva petjada ecològica.
Segon: Tenir molt present la següent reflexió que ens va deixar el mestre Manuel Sacristán: "... caldria entendre que un programa socialista no requereix avui (potser no ho va requerir mai) primordialment desenvolupar les forces productiu-destructives, sinó controlar-les, desenvolupar-les, o frenar-les selectivament." Si és necessari, i per ser políticament correctes, es pot obviar qualsevol referència al "programa socialista", no esmentar Sacristán i, fins i tot, manllevar la idea de "controlar, desenvolupar o frenar selectivament" com a definició de "decreixement" i/o de "límits", com si l'hagués proposat recentment -i no en llunyà 1983- un centre de negocis no excessivament neoliberal.
Personalment, malgrat el perill d'incorrecció política, seguiré reivindicant la saviesa i mestratge de Manuel Sacristán. És qüestió de posar límits a la incoherència!
Publicat originalment a dBalears (03-X-2016) 

dimecres, 5 d’octubre del 2016

Illes Balears: Un altre any d’èxit turístic sense Treball Digne

Des de fa uns anys, a proposta de la Confederació Sindical Internacional(CSI), cada 7 d’octubre se celebra la Jornada Mundial pel Treball Digne. S’entén com a “Treball Digne” (o, en l’argot de l’Organització Internacional del Treball (OIT), “Treball Decent“) l’ocupació retribuïda que proporciona un ingrés just, que garanteix la seguretat en el lloc de treball i la protecció social per a les famílies, que genera millors perspectives de desenvolupament personal, integració social, i llibertat per a què les persones expressin les seves opinions, s’organitzin i participin en les decisions que afecten les seves vides, i que es desenvolupa en condicions d’igualtat d’oportunitats i tracte per a tots, dones i homes.
Seguint aquesta definició, i donada l’avinentesa que divendres que ve és 7 d’octubre, sembla pertinent interrogar-se si el mercat laboral illenc s’ajusta als paràmetres mínims de Treball Digne. Les dades disponibles i consolidades indiquen que no. Però, anem a pams:
No genera un ingrés salarial just: Les dades disponibles de l’Agència Tributària (corresponents a l’exercici fiscal de 2014) ens indiquen que, del total de 455.110 persones assalariades a Balears, el salari de 149.690 (un 32.9%) era igual o inferior al Salari Mínim Interprofessional. Un elevadíssim percentatge de salaris que freguen el llindar del risc de pobresa o d’exclusió social (7.961 €/any), la qual cosa explica l’estirabot del nombre de treballadors i treballadores pobres. Val a dir que a finals de novembre es coneixeran les dades de l’exercici fiscal de 2015 i tot indica -avançament de retencions d’IRPF i dades de recaptació de la Seguretat Social-, que no hi haurà grans canvis.
No hi ha seguretat en el lloc de treball: A les Illes Balears som líders en l’índex d’incidència de sinistralitat laboral (vegin aquí).
La protecció per desocupació va a la baixa: A l’espera de conèixer les dades de l’EPA del tercer trimestre de 2016 que es publicaran a finals de mes, les dades d’abril, maig i juny són feridores: Només un 23,3% de la població aturada cobrava alguna prestació. És a dir, 62.819 persones aturades no tenien cap prestació social. No s’oblidin que, des de 2011, la taxa de protecció en el segon trimestre de l’any ha disminuït un 18,9%.
No milloren les perspectives de desenvolupament personal i integració social (ni la llibertat de participació i expressió): La devaluació salarial, la baixa protecció per desocupació, el fet que estiguem instal·lats en les majors xifres de població ocupada a temps parcial de la història (70.800 persones en el segon trimestre de 2016), en la xifra d’empresaris sense assalariats o treballadors independents més alta de les estimades per una EPA (67.500 persones), i en una impressionant xifra de temporalitat extrema (contractes de duració interior a una setmana) du com a conseqüència que l’any 2015 el 26,3% (23,8% l’any anterior) de persones estigués en situació de risc de pobresa o exclusió social (indicador AROPE, que és l’homologat a la UE i incorpora elements de qualitat en l’ocupació). A la pràctica, vivim en una societat en la qual una part important de la ciutadania no pot gaudir en plenitud dels Drets Econòmics, Socials i Culturals. I, en això, l’absència d’un mercat laboral veritablement inclusiu hi té molt a veure.
No es garanteix la igualtat entre dones i homes: Malauradament cal insistir que el 2015 va ser un any el que es va intensificar el procés de precarització laboral i social de les dones. La Fundació Gadeso va publicar en el mes de març d’enguany aquest Temes Sociolaboral, del qual crec pertinent posar en relleu tres dades. 1.- La bretxa salarial era, segons dades de l’Agència Tributària, d’un 17,9% en 2014. 2.- En el període 2011-2015 la parcialitat laboral dels homes ha crescut un 19,4%, mentre que la de les dones ho ha fet en un 29,9%. 3.- La taxa d’ocupació masculina augmenta menys que la femenina (+3,05% i +3,46%, respectivament), però cal prendre en consideració que les dones són majoria entre la població ocupada en el treball domèstic que, sens dubte, acumula una major càrrega de precarietat laboral i social, entre altres coses, perquè el Regne d’Espanya no ha ratificat el conveni de l’OIT sobre el treball decent per a les treballadores i els treballadors domèstics.
En fi, a les Illes Balears, malgrat una altra temporada turística d’èxit de creixement del PIB regional, ens sobren els motius per a la celebració de la Jornada Mundial pel Treball Digne de 2016.


Publicat originalment a El Periscopi (05-X-2016)