La meva primera col·laboració per
la Regional Llatinoamericana, Rel-UITA. Publicat aquí
(05-VII-2016)
Si no recuerdo mal fue Joseph
Stigltiz quien, en la presentación del Informe de la Comisión sobre la Medición
del Desarrollo Económico y del Progreso Social (1) dijo: “Lo que medimos afecta
a las decisiones que tomamos”.
Me parece una reflexión inicial
esencial para comentar los resultados de la llamada Cuenta Satélite del Turismo
de España (CSTE) que el Instituto Nacional de Estadística español (INE) hizo
pública el 22 de junio, y que incluye la
evolución de datos estadísticos en el periodo 2010 -2014.
Pero, ¿qué es la CSTE? Dicho en
pocas palabras, es un conjunto de estimaciones estadísticas, basadas en la
metodología de la Contabilidad Nacional, que nos proporcionan los agregados
económicos [distintas actividades económicas] principales ligados al sector
turístico.
Fundamentalmente, los indicadores
macroeconómicos que incorpora son la aportación del turismo al PIB español
total, al global de empleo, y a la producción y a la demanda turística.
Es, ciertamente, una información
que se elabora con una metodología compleja, pero técnicamente sólida, y que
está basada en las recomendaciones y directrices establecidas en el Sistema
Europeo de Cuentas (SEC) de 2010, así como en las Recomendaciones
Internacionales sobre Estadísticas de Turismo de 2008 y en el Manual sobre
Cuenta Satélite de Turismo de Naciones Unidas (2).
Lamentablemente, no hay en el
mundo estado que haya hecho el más mínimo caso al informe codirigido por los
profesores Joseph E. Stiglitz, AmartyaSen y Jean-PaulFitoussi, al que he hecho
referencia al inicio de estas líneas.
Conviene pues interpretar esta
estadística de macroeconomía, habiéndose desprendido de lo que Rossana Rossanda
denominó “la neutralidad social de la técnica”, y con las precauciones que el
ya mencionado “Informe de la Comisión Stiglitz” sugería.
En ese informe se podía leer: “el
modo en que las estadísticas se publican o se utilizan puede dar una visión
distorsionada de las tendencias económicas. Así, se hace generalmente hincapié
en el PIB, mientras que nociones como la de producto nacional neto (que refleja
los efectos de la depreciación del capital) o la de ingreso real de los hogares
(centrada en los ingresos efectivos de los hogares en el seno de la economía)
pueden ser más pertinentes”.
“Sin embargo, puede haber grandes
diferencias entre esas cifras. Por tanto, el PIB no es erróneo en sí, sino que
se emplea de forma errónea. Por tanto, necesitamos comprender mejor el uso
adecuado de cada instrumento de medición”.
Soy muy crítico con la adoración
neoliberal a un indicador como el PIB que, no se olvide, en la Unión Europea y
en España computa el negocio del tráfico de drogas y de la prostitución.
¿Cuánto del incremento del PIB
turístico español es consecuencia de un Mediterráneo con la mayoría de
“destinos turísticos” en guerra?
Justamente antes de empezar a
escribir estas líneas me entero del terrible atentado terrorista perpetrado la
noche del 29 de junio en el aeropuerto Atatürk de Estambul: ¿cuántas décimas
incrementará este baño de sangre el PIB turístico español de 2016?
Vayamos a los datos sobre
evolución del PIB y del empleo contenidos en esta Cuenta Satélite del Turismo
de España 2010-2014.
La aportación del PIB asociado al
turismo al PIB total alcanzó los 113.690 millones de euros. Esta cifra supone
el 10,9 por ciento del PIB total en 2014. La evolución de esta aportación se ha
ido incrementando en toda la serie analizada: 10,2 por ciento en 2010; 10,5 en
2011; 10,6 en 2012; 10,7 en 2013; hasta el ya mencionado 10,9 por ciento de
2014.
En 2014 el volumen de empleo
vinculado al turismo se situó en 2,36 millones de puestos de trabajo.
Según la CSTE el peso del empleo
turístico sobre el empleo total no ha dejado de crecer en el quinquenio
analizado, al pasar de un 11,6 por ciento en 2010 a un 12,7 en 2014 (en 2011,
2012 y 2013 fue, respectivamente, de 11,7, 12,0 y 12,1 por ciento).
¿Cuál es el análisis que, aunque
sea provisionalmente, (3) hago de estos datos?
Las autoridades españolas suelen
presentar cualquier cifra turística como positiva sin ningún matiz, y, sin
embargo, no han manifestado gran entusiasmo con esta CSTE.
Probablemente el motivo sea
doble: por una parte, el de ausencia de actualidad, ya que la información
solamente llega hasta 2014.
Hay que tener en cuenta que el
discurso del crecimiento de la turistización de la economía española requiere
torpedear a la opinión pública con mensajes estadísticos de actualidad que
anuncien una coyuntura siempre positiva.
A veces los datos más
estructurales y consolidados no sirven para ese mensaje propagandístico.
Precisamente -y este es el
segundo motivo de la ausencia de grandes presentaciones elogiosas por parte del
establishment político y empresarial turístico- una tendencia al alza en cuanto
a PIB y empleo no sirve para el discurso de turistización sin límite.
Hay varias razones para sostener
que de la CSTE que comentamos se pueden desprender indicadores nada positivos:
1.- Si se tiene en cuenta que,
para hacer los cálculos de esta estadística se consideran los productos y las
ramas de actividad características del turismo de forma muy amplia (4), parece
bastante exagerado otorgar al turismo sensu stricto los resultados antes
apuntados.
2.- No obstante lo anterior y sin
que sea contradictorio, se puede decir que, si crece el peso del PIB y del
empleo turístico sobre el PIB y el empleo total, es, en parte, porque otras
actividades (entre otras las industriales y las asociadas a las actividades de
I+D+i) decrecen en su aportación a la economía y al empleo global en España.
Parece evidente que la constante
financiarización de la economía española incorpora, cada vez más, un aumento
del papel turístico-hotelero vía inversiones de fondos internacionales.
Mallorca es un ejemplo
paradigmático de este proceso de “financiarización turística”, tal y como
pusieron de manifiesto informaciones periodísticas que titulaban: “Fondos
internacionales se lanzan a la compra de hoteles en Mallorca” (5) o “Los
inversores se lanzan a la caza de hoteles” (6).
3.- Si se observan con algo de
detenimiento los datos de empleo turístico, se puede comprobar que en el
periodo 2010-2014 el porcentaje de puestos de trabajo asalariados ha perdido en
torno a un 1 punto sobre el total del empleo agregado del sector turístico. Es
decir, crece el empleo autónomo por la proliferación de los “falsos autónomos”
o “autónomos forzados”.
Todo indica que el crecimiento de
este colectivo ha aumentado mucho en el año 2015, lo cual muestra que la CSTE
debería hablar de aumento del trabajado precario, especialmente en actividades
típicamente turísticas como la hostelería y la restauración que, a su vez,
sufren otros procesos de precarización laboral asociados al uso y abuso de la
contratación temporal y parcial y de la externalización.
Hay que recordar que estos
procesos de precarización laboral -que dan pie a cada vez más episodios de
explotación laboral- son perfectamente legales en aplicación de la actual
legislación laboral española.
4.- Con todo, la aportación
-medida en millones de euros- del PIB que genera el sector turístico al PIB del
total de la economía española crece un 2,8 por ciento, y, por el contrario, el
empleo turístico tiene un crecimiento inferior al 0.5 por ciento.
Es muy probable que esta
tendencia nos esté anunciando una perspectiva de crecimiento turístico sin crecimiento
equivalente de empleo.
Acabo señalando que me parece
fundamental asociar cualquier análisis de los mercados laborales turísticos, a
la evolución de dos tendencias:
Primera: la evolución de los
escenarios de “crecimiento sin empleo”(7) es decir, de situaciones en las
cuales hay crecimiento del PIB (de cantidad de productos fabricados y/o
servicios prestados) sin que haya un aumento paralelo de efectivos laborales
para conseguirlo. Dicho en otras palabras, cuando “No hay relación entre crecimiento
y creación de ocupación” (Jordi Galí y Luca Gambetti).
En este sentido, conviene
recordar que, en opinión de estos dos economistas, “La relación entre
crecimiento y creación de ocupación ha evolucionado a lo largo del tiempo.
Puede atribuirse a cambios en el marco regulatorio del mercado laboral, a la
estructura productiva concreta, a la organización de la empresa o a factores
más generales como la financiarización de la economía y la globalización”.
Estas palabras de Galí y Gambetti
definen a la perfección la situación de la actividad turística en el Reino de
España en este siglo XXI: la Reforma Laboral de 2012 ha flexibilizado hasta tal
extremo las relaciones laborales y ha aumentado tan extraordinariamente el
poder empresarial que cada día es más frecuente la reducción de mano de obra
que, con unos ritmos de trabajo mayores, consigue iguales o mayores tasas de
productividad.
Por otro lado, “la organización
de la empresa” se ha consolidado como una organización estacional, de estancias
turísticas medias a la baja, de descentralización productiva (externalización),
de importante tecnificación en los procesos productivos, y de consolidación del
“todo incluido” y de la oferta turística SUM (“Sírvase Usted Mismo”).
Segunda: En la recomendación nº
10 del ya varias veces citado Informe de la Comisión sobre la Medición del
Desarrollo Económico y del Progreso Social se señala que “Las mediciones del
bienestar, tanto objetivo como subjetivo, proporcionan informaciones esenciales
sobre la calidad de vida”.
“Los institutos estadísticos
deberían integrar en sus encuestas preguntas cuyo objetivo sea conocer la
evaluación que cada uno hace de su vida, de sus experiencias y de sus
prioridades.”
No puedo estar más de acuerdo, y,
por eso, me atrevo a sugerir que debería existir una especie de Informe sobre
Desarrollo Humano específico del ámbito turístico en la línea del informe del
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de 2015 titulado “Trabajo
al servicio del desarrollo humano” (8).
En conclusión: hay muchas
posibilidades de que los escenarios de crecimiento del PIB turístico no vayan
acompañados de crecimientos equivalentes de empleo, y aún hay más posibilidades
de que el trabajo remunerado en el sector turístico sufra una aceleración en su
proceso de precarización, hasta el punto de que trabajar en empresas de algunas
actividades medulares del sector (por ejemplo hostelería, restauración o
servicios de handling en los aeropuertos) sea sinónimo de pobreza laboral y
antónimo de trabajo decente.
Pero, en cualquier caso, téngase
en cuenta que, en palabras de Alvin Toffler “no hay un solo futuro posible,
sino múltiples futuros”.
En este sentido, seguro que el movimiento sindical, con la
organización, la movilización y la negociación colectiva, podrá ofrecer a los
trabajadores y las trabajadoras del turismo un futuro de dignidad, solidaridad,
trabajo seguro, saludable, estable y bien remunerado, y, en definitiva, de
justicia social.
1 Ver informe en
este enlace: http://goo.gl/UTjdj2
2 Ver Nota
metodológica aquí: http://goo.gl/hUxIra
3 Los datos de
2012 y 2013 son provisionales y los de 2014 son avanzados.
4 Productos
característicos del turismo: Servicios de alojamiento, servicios inmobiliarios,
servicios de comidas y bebidas, servicios de transporte por ferrocarril de
pasajeros, otros tipos de transporte terrestre de pasajeros , servicios de
transporte marítimo de pasajeros, servicios de transporte aéreo de pasajeros,
servicios de alquiler de vehículos de motor, servicios de agencias de viajes,
operadores turísticos y otros servicios relacionados, servicios culturales,
servicios deportivos, recreativos y de entretenimiento, y servicios turísticos
de no mercado de las administraciones públicas. Ramas de actividad
características del turismo: Alojamiento, actividades inmobiliarias, servicios
de comida y bebida, transporte por ferrocarril, otro transporte terrestre de
pasajeros, transporte marítimo y por vías navegables interiores, transporte
aéreo y espacial, actividades de alquiler de vehículos de motor, actividades de
agencias de viajes, industria cultural, y actividades deportivas, recreativas y
de entretenimiento
5 Diario de
Mallorca: http://goo.gl/m9yzMt
6 Diario de
Mallorca: http://goo.gl/wiyCly
7 Hay que
recordar que según las Previsiones de World Travel & Tourism Council
(WTTC), que fueron presentadas en la Feria Turística de Madrid, FITUR, de 2014:
“El sector turístico contribuirá a la creación de puestos de trabajo a un ritmo
del 0,5% anual, con la hostelería como motor. Los más de 2,7 millones de
ocupaciones directas e indirectas que generará el sector en 2023 no bastarán
para mantener su peso actual. Caerá casi un 1 por ciento”.
8 Ver informe aquí: http://goo.gl/e4HBxk