Daniel Raventós
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Toda
especulación mercantil que hago a expensas de la vida de mis semejantes no es
tráfico, es bandidaje y fratricidio (…) ¿Por qué no deben las leyes detener la
mano homicida del monopolista, del mismo modo que lo hacen con el asesino
ordinario? (M. Robespierre)
Ante el constante y creciente número de
bancos e instituciones financieras que fueron entrando en quiebra, el 25 de
septiembre de 2008 el gobierno de Estados Unidos aprobó un plan general de
rescate a la banca conocido como TARP (Troubled Asset Relief Programm). El plan
se evaluaba en la enorme suma de 700.000 millones de dólares. [1] El
TARP fue aprobado, la banca fue rescatada generosamente, y los mismos senadores
que mayoritariamente votaron a favor, “se negaron a continuación a votar un
plan para extender los beneficios del subsidio de paro de 800.000
norteamericanos sin trabajo”. [2]
La justificación del rescate financiero
fue que se necesitaba restablecer el flujo crediticio (que con la crisis
bancaria se había cortado abruptamente), paso imprescindible para lograr la
recuperación económica. Como es sabido, los bancos no dieron entonces ni dan
ahora crédito. Al contrario, restringieron severamente todas las líneas
crediticias a empresas y particulares. Además, los bancos
prestaron a los gobiernos grandes cantidades, aunque a costa de imponer sus
condiciones que básicamente pueden resumirse así: recortar el gasto social,
abaratar el despido y rebajar los salarios. Los banqueros son hoy más fuertes que antes de la
gran crisis económica.El que fue inspector general
del TARP hasta febrero de 2011, Neil M. Barofsky, escribió en el New York Times en fecha no muy lejana, el 29 de
marzo de 2011, “Los grandes bancos son un 20% más grandes que antes de la
crisis y controlan una parte de nuestra economía mayor que nunca. Asumen de
forma razonable que el gobierno los rescatará de nuevo si fuera necesario.” [3]El
economista Michael Hudson lo dejó dicho de forma contundente hace poco más de
dos años: “para que pueda gobernar el capital financiero primero deben saquearse
a fondo las economías.” [4] Y bien es verdad que los gobernantes se han
esmerado en ello en los últimos tiempos. El empobrecimiento general de la
población no rica es una constante en muchos lugares del mundo. Las economías
están saqueadas y el capital financiero está gobernando.
Los capitales especulativos abandonaron
provisionalmente los mercados financieros y centraron a continuación su
atención en los productos alimenticios y en el petróleo. Para ellos la crisis
era simplemente una coyuntura que aconsejaba un cambio de instrumento para
seguir ganando dinero. [5] Hay especuladores que invierten para que
suban los precios de determinados alimentos, aunque ello provoque la muerte por
hambre o la subalimentación de decenas de millones de personas. Son negocios,
no mala intención. [6] Susan George escribía muy recientemente: ”el
acaparamiento de tierras está arrebatando decenas de millones de hectáreas a
quienes tradicionalmente las han trabajado, poniéndolas a disposición de las
multinacionales, con destino a la exportación. El agua es vista como un
producto capitalista perfecto puesto que es indispensable, no puede ser
sustituido y su mercado crece a medida que crece la población.” [7]
De ahí que no a todo el mundo le haya ido mal la
crisis. Son muy informativas las cifras que ofrece el World Ultra Wealth
Report 2011.[8] Este informe designa como Ultra High
Net Worth Individuals (UHNWI), es decir, individuos con altísimo valor neto, a
los que tienen activos superiores a los 30 millones de dólares. Pero entre esos
activos no se contabilizan la primera residencia, los bienes consumibles, los
bienes coleccionables y los bienes de consumo duradero. Es decir, se trata de
evaluar en estos informes lo que estos ricos tienen como efectivo y en activos
fácil y rápidamente convertibles en líquido. Queda claro que se trata de
personas con una riqueza real muy superior a los 30 millones de dólares. Los 30
millones de dólares que definen a un UHNWI son pues de bienes inmediatamente
convertibles en efectivo. Según este informe, en el 2011, había en todo el
mundo 185.795 UHNWI con una riqueza global (recuérdese la definición) de 25
billones (trillions en el inglés de EEUU) de dólares. De los 185.795 en
todo el mundo, 57.860 estaban en Estados Unidos y 54.325 en Europa. En el año
2009, según el informe anual de Merrill-Lynch, [9] los UHNWI eran un
grupo formado por 93.100 personas con una riqueza conjunta de 13,8 billones de
dólares. En dos años pues se han multiplicado por dos tanto los afortunados
UHNWI, como sus riquezas acumuladas. Cabe mencionar que 25 billones de dólares
es una cantidad muy superior al PIB de la Unión Europea de los 27. Y esta
inmensa fortuna solamente está concentrada por 185.795 personas, es decir, el
0,002% de toda la humanidad.
En el Reino de España, según el
citado informe de World Ultra
Wealth Report 2011, había en el
año 2011, 1.875 UHNWI, es decir, un 0,004% de la población. En Europa solamente
hay más UHNWI en Alemania, Reino Unido, Suiza, Francia e Italia. Debe
recordarse que la participación de los salarios en el PIB ha sido menguante en
el Reino de España desde el año 1981 (73%) al 2012 (57,3%). La Comisión Europea
calcula que para 2013 la participación será del 56,3%. Con las contrareformas
contra el estado de bienestar puestas en marcha desde mayo del 2010 por el
gobierno del PSOE y continuadas con fervor por el gobierno del PP, la pérdida
de los salarios en el peso del PIB será cada vez más acentuada. Los salarios
reales ya cayeron desde 1994 al 2006, casi un 6%.
Por otra parte, y como ya es de
conocimiento común, distintos indicadores sobre el empleo ofrecen un panorama
desolador. La tasa de paro ha crecido del 8,3% en el 2006 al 22,8% en el 2011.
Y sigue creciendo. La tasa de paro juvenil ha crecido del 17,8% en el 2006 al
48,6% en el 2011. Y sigue creciendo. El porcentaje de parados que llevan más de
un año buscando empleo ha pasado en el mismo período del 25% al 50%. Y sigue
creciendo. El porcentaje de hogares con todos los activos en paro, también se
ha multiplicado por más de tres en este período: del 2,5% al 9,1%. Y sigue
creciendo.
Nada más normal que la brecha entre los ricos y los pobres
en los países de la OCDE sea en estos momentos la más grande en los últimos 30
años, según un reciente informe de esta organización.[10]
Notas:
[1] Para hacernos una idea rápida de esta cantidad:
representa aproximadamente la mitad de todo el PIB del Reino de España del
2012.
[2] Josep Fontana, Por el bien del imperio. Una
historia del mundo desde 1945, Pasado y Presente, Barcelona, 2011, p. 939.
[3] Neil M. Barofsky, “Where the Bailout Went Wrong”, The
New York Times, 29-3-2011.
[4] Michael Hudson, “The People v. the Bankers”, Counterpunch.org,
11-5-2010 http://www.counterpunch.org/2010/05/11/the-people-v-the-bankers/.
[5] Juan Hernández Vigueras, El casino que nos
gobierna, Clave intelectual, Madrid, 2012.
[6] Se hace difícil no recordar el gran discurso de
Robespierre ante la Convención el 2 de diciembre de 1792 que encabeza este
artículo. “Toda especulación mercantil que hago a expensas de la vida de mis
semejantes no es tráfico, es bandidaje y fratricidio (…) ¿Por qué no deben las
leyes detener la mano homicida del monopolista, del mismo modo que lo hacen con
el asesino ordinario?”, http://membres.multimania.fr/discours/subsistances.htm.
[7] Susan George, “Curbing the Corporations: Who? How?
When?”, en VVAA Transnational Capital vs. People’s Resistance, junio
2012, http://www.alainet.org/publica/476-en.phtml
[8] Accesible, mediante registro, en http://www.wealthx.com/articles/2011/wealth-x-world-ultra-wealth-report-2011
[9] Daniel Raventós, “Worldwide Concentration of
Wealth”, Counterpunch.org, 29-5-2010, http://www.counterpunch.org/2010/10/29/worldwide-concentration-of-wealth/
[10] OCDE, “Divided We Stand: Why Inequality Keeps
Rising”, 2001, http://www.oecd.org/document/51/0,3746,en_2649_33933_49147827_1_1_1_1,00.html.
Daniel Raventós es profesor de la Facultad de
Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, miembro del Comité de
Redacción de sinpermiso y presidente de la Red Renta Básica.
Es miembro del comité científico de ATTAC. Su último libro, coeditado con David
Casassas, es La renta básica en la era de las grandes desigualdades
(Montesinos, 2011).
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www.sinpermiso.info, 17 de junio de 2012
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